Entras a una heladería y no tienen tu sabor de helado favorito. No importa, desde que estabas haciendo fila ya tenías en mente tu segundo, tercer y hasta cuarto sabor favorito. Así que pides y te vas. ¿A qué otras cosas les tienes pensado un plan B con tanta facilidad?
¿Qué pasaría si tienes preparada tu lista de obligaciones para pagar: los servicios, el arriendo, el mercado, el colegio de los niños, entre otras; pero ese mes el sueldo no llega por alguna razón?, ¿hay plan B? puede que no. Y puede que no sea tan fácil como elegir un plan B cuando no tienen tu helado favorito; pero es ahí cuando se abre un mundo de posibilidades, el mundo de las fuentes adicionales de ingreso, esas de las que te vamos a hablar.
Y es que ese, es tal vez uno de los principales aprendizajes que le deja el 2020 a los colombianos, a no depender de una sola fuente de ingresos, o como asegura el dicho popular «a no poner todos los huevos en la misma canasta». Así que, no importa si todo va bien con tu trabajo y crees que tus ingresos son suficientes y estables; un ingreso extra no le cae mal a nadie. Incluso, si eres un trabajador independiente con contratos intermitentes, y dinero que puede tardar 30, 60, y hasta 90 días en llegar, tener esta otra alternativa, puede resultar siendo un muy buen salvavidas para épocas en las que el dinero escasea y los gastos y obligaciones siguen corriendo.
¿Qué es una fuente adicional de ingresos?
Se trata de cualquier actividad formal, o informal que pueda traerle dinero a tu billetera diferente al que recibes en tu trabajo u ocupación a la que te dedicas la mayor parte de tu tiempo; para aportar a tu presupuesto, o simplemente convertirse en un ahorro. Es por esto que, no vas a encontrar un manual o lista que diga qué es y qué no es una fuente adicional de ingresos. Podría tratarse de cualquier cosa que realices en paralelo a tus trabajos y en lo que te consideres bueno: un hobby, un talento, un proyecto pendiente que tengas por desarrollar, y muchas otras opciones.
Internet: gasolina para las fuentes adicionales de ingreso
Con la llegada del Internet se abre otra puerta que, dependiendo de los gustos de cada quién, puede facilitar la forma en la que ponemos a disposición de nuestros clientes o usuarios lo que sea que queramos ofrecerles para abrir caminos hacia estos ingresos extra que buscamos.
Tal vez hayas escuchado el término “e-commerce”, se trata de cualquier tienda electrónica en la cual hay una compra y venta de bienes, productos y servicios. La mejor parte de los e-commerce es que no solo las grandes marcas pueden tenerlo. Con la ayuda del Internet, hoy cualquier emprendedor o persona con una idea puede tenerlo para impulsar su negocio o, simplemente hacer que su negocio viva 100% en el mundo digital. Por lo que, estos nuevos escenarios virtuales no llegaron a desplazar los puntos físicos; pero sí llegaron a traer nuevas alternativas y hacer que, si haces las mochilas más lindas de la Guajira, y quieres hacer de este talento tu nueva fuente de ingresos adicionales, alguien del Huila pueda comprarla y recibirla en su casa sin ningún problema.
Por ejemplo, según el estudio BlackSip, compañía especializada en mercadeo digital, en 2019 en Colombia la cifra total de ventas en e-commerce alcanzó los 32 millones de dólares y se espera que, esa cifra tenga un crecimiento anual del 6,5%.
¿Quién compra? ¿Qué compran? ¿Desde dónde lo compran?
Si estás pensando por dónde empezar, estos datos podrían darte luces sobre lo que está prefiriendo la gente en este momento. Según el mismo estudio, las categorías que lideran las ventas virtuales son en este orden: los productos multimedia; artículos para el hogar; moda, ropa y calzado; y por último, comidas y bebidas. Las ciudades que más están comprando son: Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali. Y las edades que más participan en estas transacciones son las que hacen hombres y mujeres entre los 25 y los 34 años, quienes representan un 45% del total de los compradores.
Si tienes una idea, tienes todo
El dinero extra que buscas puede estar enfrente tuyo y tú no lo estás viendo. Pero si tienes la idea, ahí está la clave para desbloquear esa opcion que le va a dar una mano a tus finanzas.
Ahora, este puede ser el paso más importante del proceso. Piensa en ideas de cosas que no existan o que valga la pena ser transformadas. Piensa en cosas que no hayas visto, o que normalmente usas o compras; incluso, recuerda malas experiencias que hayas tenido al hacerlo, ese puede ser un buen punto de partida. ¿Qué es eso que te gusta, te parece útil, o simplemente crees que es entretenido y no hayas visto a nadie desarrollarlo como a ti te gustaría?
Luego de tener claro qué es eso en lo que eres bueno, o eso que disfrutas haciendo, entonces pregúntate cómo y dónde lo vas a mostrar; qué vas a oferecer de más o cómo vas a diferenciarte de lo que ya existe en el mercado para ser más atractivo y que los ojos de tus posibles clientes o consumidores se vuelquen hacia ti; quiénes crees que pueden estar interesados en eso que ofreces, en dónde encuentras a esas personas y cómo les gusta comprar. En eso está el secreto para convertir la idea que tienes hoy, en una fuente de ingresos mañana.
¿De dónde prendo mi fuente de ingresos extra?
Después de que tengas clara tu idea, el siguiente paso es darla a conocer a través del canal que prefieras; podría ser a través del mundo digital y una de sus múltiples opciones; o por el contrario, puedes elegir un camino más tradicional y tener un contacto personal con tus usuarios y compradores. Tienes muchas opciones para hacerlo, tú eliges cuál es la que más se adapta a tus necesidades. Aquí te contamos algunas de ellas:
Redes sociales
Empieza por seleccionar las redes que más se adaptan a lo que necesitas; ponle el ojo a esas personas que pueden convertirse en tus posibles clientes. Haz una búsqueda de grupos que veas interesantes, puede que te sirva más un grupo numeroso, o puede que no, y lo mejor para tu caso sea un grupo con pocos miembros.
Algunas redes sociales ya cuentan con “marketplaces”, que son secciones dentro de la misma plataforma dedicadas exclusivamente a la compra y venta de objetos.
Poco a poco vas a ir creando una comunidad alrededor de eso que estás ofreciendo y vas a empezar a interactuar con las personas o empresas interesadas en ti. Además, esto te va a permitir tener una escucha activa y estratégica para saber qué es lo que les gusta a las personas, qué es lo que están buscando. Seguro de ahí van a surgir nuevas ideas para fortalecer y darle impulso a lo que estás haciendo.
Cada vez es mayor el número de personas que usan Whatsapp, lo que quiere decir que por este medio podrías llegar a casi todo el mundo, incluso, aquellos que no son muy fanáticos de las redes sociales. Vas a tener una comunicación mucho más cercana con tus clientes y ofrecerles un servicio al cliente óptimo antes, durante y después de la venta.
Puedes hacer listas de transmisión de tus mensajes, estas te van a ayudar a ahorrar tiempo, especialmente cuando le envías el mismo contenido a más de una persona. Así también vas a lograr segmentar tus clientes en grupos que te convengan, por ejemplo, clientes recientes, clientes interesados y clientes que ya tienes fidelizados.
Crear planillas con respuestas también te van a ayudar a ser más rápido, pero evita que te vean como un robot. Guarda los números de los celulares de tus clientes para crear tu propia base de datos, y por último, sé medido para no volverte inoportuno con tus mensajes.
Páginas web
Existen varias plataformas en las que puedes vender lo que quieras de forma gratuita. Puedes hacerlo con productos nuevos o de segunda, por lo que puedes vender lo que ya no usas; tecnología, ropa, accesorios y hasta libros que ya no te interesa conservar. Asegúrate de tomar unas buenas fotos para que lo que ofreces resulte llamativo ante los ojos de los demás.
Si eres bueno reparando algún tipo de objeto, como artículos de colección, computadores, muebles; llegar a tus clientes a través de una página web podría serte de gran ayuda.
Y por último, sin importar lo que vayas a vender, brinda siempre información completa y veráz para generar confianza a quienes te compran; sentir miedo al comprar por internet sigue alejando a muchos clientes hoy en día de esta nueva forma consumo a través de herramientas digitales.
Venta de servicios
Si ves que ya todo el mundo está haciendo domicilios, entonces puede que tu camino no sea por ahí. Mantén los ojos abiertos para descifrar qué es eso que necesitan las personas y nadie se los está dando. Ahí puede estar el espacio para que ofrezcas tus servicios y talentos.
Puedes arrendar tus bienes: una habitación, un parqueadero, tu carro; si te gusta el arte, crea obras, pinturas, escritos, música y recibe regalías por estos. Si tienes un poco más de tiempo libre, puedes cuidar niños, encargarte de las plantas o los perros de tu vecino, llevar a los adultos mayores al médico o comprar sus medicinas.
Si no te va muy bien con las redes sociales o las páginas web, o crees que tus usuarios no están ahí, no importa. El voz a voz puede darte a conocer entre las personas que te rodean. Además, si te va bien relacionandote con otros, entonces aprovecha esa oportunidad y busca conectar personas por comisión: vendedores, compradores, socios, emprendedores e inversionistas.
El dinero que va darte ese primer empujón
No es necesario tener millones en el bolsillo o en una cuenta para hacer realidad tus proyectos, empieza poco a poco hasta que puedas volver a invertir las ganancias que tuviste y usarlo como gasolina para tus ideas.
Ve con todas las ganas pero con cautela, no todas las grandes ideas que conocemos hoy en día necesitaron muchos millones para coger impulso. Apenas arranques, los caminos y las oportunidades se van a ir abriendo para ti. Mira, estas son algunas formas de financiación que tienes para conseguir el dinero que necesitas para tu negocio:
Ponte creativo
Si no tienes a la mano el dinero que necesitas, no dejes que eso te frene. Puedes hacer una vaca entre tus conocidos para recaudar fondos. Averigua también sobre las opciones que existen de crowdfunding, que son formas de financiación colaborativas y colectivas, en donde las personas van a poder donar y aportar a tu causa. Otra idea podría ser una preventa, esta te va a permitir tener por adelantado algo de dinero y empezar a financiarte poco a poco.
Busca opciones de crédito
Ir tras un préstamo o un cupo de crédito rotativo también puede ser un buen camino para acercarte al dinero que necesitas; asegúrate de conocer exactamente en lo que te estás metiendo: intereses, cuotas, cargos, entre otros. Puedes empezar con un crédito de bajo monto como los que ofrece Lineru, para no arrancar tu proyecto con una deuda enorme colgada del cuello. Lo bueno de estos, es que no necesitas tener un perfil crediticio extenso, no necesitas documentos y el dinero te lo desembolsa en un día hábil.
Busca un socio, un buen socio
No descartes unirte con alguien más, pero cuida con quién lo haces. Asegúrate de que sea una persona en la que confíes, con quien disfrutes trabajar y que tenga una visión alineada a la tuya y a la de tu proyecto. Incluso, esa persona que llegue a complementar e impulsar tu fuente adicional de ingresos podría estar encargada solo de poner el capital pero tú puedes mantenerte al mando y seguir cumpliendo con su parte. Deja las cosas claras desde el principio y evita malos entendidos.
Familia y amigos
Seguro entre tu familia y conocidos más cercanos puede haber alguien que esté dispuesto a darte una mano con el dinero que te hace falta. Arma un plan, incluye un presupuesto que te permita saber cuánto necesitas realmente. Cuando tengas esto, organiza una propuesta en la que puedas dejar claras las condiciones del préstamo. Asegúrate de cumplir con tus pagos para no romper la confianza que están depositando en ti y en tu idea. Si alguien de tu familia o amigos necesita trabajo, o no le caería mal ese ingreso extra; invitarlos a participar podría ser una buena idea.
Por último, no dejes que la carrera por conseguir el dinero que necesitas te lleve a tomar caminos cortos pero riesgosos; por esto, manténte siempre atento ante ofertas dudosas y ten siempre claro a quién no acudir cuando necesitas un préstamo inmediato.
¿Dónde dar a conocer tu negocio?
Lo más importante es que tengas claro en dónde están las personas que buscas, tus próximos clientes y usuarios. Busca canales con los que ellos se sientan identificados para abrir la comunicación con ellos.
Conviértete en un experto observador para que puedas entender el camino que recorren normalmente antes de llegar al producto o servicio que buscan para que puedas entender en qué parte del proceso debería aparecer tu punto de contacto con ellos.
Por ejemplo, si tu idea es vender postres: ¿Cuáles son los favoritos de las personas? ¿Cuáles son sus lugares preferidos para comprarlos? ¿Cada cuánto comen postre? ¿En promedio cuántos compra una persona?
Pero, si no tienes tan claro por dónde arrancar para empezar a dar a conocer tu idea, y que esta empiece a moverse como quieres para generar tus ingresos extra, mira estas recomendaciones:
Tienes mil lugares para contarlo
Según lo que quieras ofrecer, arma un cronograma de eventos afines con tu proyecto: una feria, un bazar, las reuniones familiares, eventos. Si te interesan más los servicios, entonces habla con tus vecinos, indaga qué es eso que les hace falta y con lo que tú podrías hacerles la vida más fácil. Si quieres dar cursos a niños, averigua cuándo es la temporada de vacaciones y asegúrate de estar en el radar de sus cuidadores. Y por último, pídele a tus personas cercanas que cuenten su experiencia con quienes conocen, así empezarás a crear tu propia red de contactos.
Mantente presente en el mapa
Así tus ventas vayan bien, piensa constantemente en acciones que te permitan estar siempre presente en el panorama de las personas; cuéntales qué estás haciendo, cuáles son tus próximos planes y cómo planeas innovar lo que estás haciendo. ¿Tienes competencia? ¿Sabes quiénes son y qué están haciendo? Si complementas tu idea con algunos de estos esfuerzos adicionales, seguro tu billetera va a sentir el cambio y las personas también van a sentir que están teniendo algo más que no estaban esperando.
Prueba con alguna alianza
Si crees que tienes con quién hacer un buen equipo y así llegar más lejos, puedes explorar esta opción. Comparte el espacio con alguien más para ofrecer tus productos, bien sea un espacio físico o virtual; esto va a permitir que las personas que ya conocían el otro producto , ahora conozcan el tuyo y viceversa. Crear descuentos con tu aliado también puede favorecerlos. El formato “multimarca”, en el que en un solo lugar puedes conocer diferentes iniciativas, cada vez coge más fuerza.
Probar con pauta
Si quieres que más personas se enteren de lo que haces, entonces puedes hacer anuncios y pautarlos, es decir, pagar publicidad para que más personas te vean. Esto va a incrementar la visibilidad de tu marca, producto o servicio en los canales que elijas apuntando hacia el objetivo que tengas: ganar prestigio o autoridad para que otras personas realicen una acción determinada, generar ventas aumentando tus conversiones y empezar a atraer miradas hacia tu idea; lo que se va a traducir en resultados prósperos dirigidos a tu fuente de ingresos extra.
5 errores comunes al tener una fuente de ingresos adicionales
Ya hemos visto varias opciones que tienes para conseguir dinero adicional a tu salario, y aunque mencionamos que no hay reglas exactas para establecer qué es y qué no es una fuente de ingresos extra, sí hay algunas conductas y malas prácticas que pueden hacer que no obtengas los resultados que esperas, o que te hagan caer en errores innecesarios. Dales una mirada para que puedas esquivarlos en tu proceso.
1. No tener un plan
Tener un plan y ser organizado con el paso a paso que vas a ejecutar para darle fuerza a tu fuente de ingresos extra te va a permitir alinear tus expectativas con la realidad del proyecto. Ten una lista de tareas que te ayuden a establecer por dónde y qué necesitas para arrancar; por ejemplo, materiales, implementos o la ayuda de algún proveedor; esto también te va a ayudar a construir un presupuesto y a cotizar lo que necesites para luego comprar de una forma más inteligente.
¿Qué tan grande esperas que llegue a ser tu idea? Tal vez quieras algo pequeño, que crezca en paralelo con tu trabajo o fuente principal de ingresos, que no te quite mucho tiempo y que puedas tener bajo control. O por el contrario, puede que estés proyectando todo en grande para en un futuro dedicarte por completo a esto.
Por esto, no eches en saco roto hacerte todas estas preguntas, esto te va a evitar que por el camino tu idea se quede pequeña, o crezca tanto que no puedas alzarla.
2. Meterse en terreno desconocido
Tómate el tiempo necesario para arrancar, y aún más si te proponen meterte en un negocio del que no tienes ni idea, es posible aprender algo de lo que no sabemos pero te va a tomar mucho más tiempo y puede que pierdas dinero, tiempo invertido y que los resultados no sean los que esperas, incluso podría ser bastante irresponsable con tus futuros clientes o usuarios.
Una buena idea podría ser guiar tu decisión hacia algo complementario o que se relacione con tu fuente de ingresos tradicional, eso te va a permitir usar ese potencial que ya dominas. Si eres un artista, podría venirte bien vender algunas de tus obras por encargo, pero si te proponen meterte en el mundo de la panadería, puede que no salga tan bien.
Por esto, no tomes decisiones desesperadas y evita malas inversiones primero tantea el terreno, mide el nivel de riesgo y empieza de a poco; y cuando veas que funciona, puedes dar pasos más grandes.
3. Ingresos extra, desorden extra
Esto va muy en línea con el orden que debes darle a tu idea. Y es que aunque estamos hablando de un proyecto o negocio que representa algo bueno, porque va a traerte un dinero extra, si dejas que se salga de control, podría convertirse en un dolor de cabeza.
Por esto, define horarios y tiempos que le vas a dedicar, con el objetivo de que no se te crucen responsabilidades de tu trabajo con las de tu fuente de ingresos extra. Ten claros cuáles van a ser tus límites para no sobreestimar tu capacidad de trabajo; esto es algo que está pensado para que puedas desarrollar sin problema en tu tiempo extra, tenlo presente.
Además algunas de estas iniciativas pueden funcionar en modo automático o semiautomático sin que tengas que estar encima de ellas. Otras, por el contrario, van a necesitar de ti permanentemente, y eso vale la pena tenerlo en cuenta.
4. Esperar que la fuente se prenda milagrosamente
Las fuentes de ingresos adicionales también son llamadas por muchos “ingresos pasivos”, un término que puede llevarnos a pensar de forma equivocada que el dinero va a llegar como magia a nuestros bolsillos. Pero lo cierto es que siendo pasivos las cosas no funcionan, para cumplir nuestras expectativas es necesario haber construido algo, movernos y empezar a abrir caminos y oportunidades.
Dedicale a tu idea el tiempo extra que puedas, ten paciencia y seguramente las cosas van a empezar a darse a tu favor. Se trata de algo nuevo que estás creando desde cero y por esto va a requerir algunos esfuerzos extra, por lo que esperar con los brazos cruzados a que la caja registradora se mueva sola, no es una opción.
Entre otras cosas, te va a tocar aprender de temas que seguramente nunca hiciste, vas a ser tu propio contador, jefe de logística, coordinador de comunicaciones y muchas otras cosas que van a tomarte tiempo.
5. Pensar en la idea, descuidar las finanzas
A pesar de que tengas tu fuente de ingresos tradicional o tu sueldo asegurado, no descuides los temas económicos de tu proyecto. Ten claro siempre cuánto entra, cuánto sale y cuánto tienes que destinar a tus pagos y compromisos fijos para evitar quedarte corto.
Ponte plazos, los resultados no van a llegar de la noche a la mañana, pero sí debes tener una idea del tiempo que vas a darle a tu proyecto para tener los resultados que esperas y tener algunos planes en mente para poder reaccionar ante cualquier imprevisto.
No seas injusto con tu trabajo, cobra lo que consideres justo y lo que te hagas sentir bien por el tiempo que dedicaste haciéndolo, ten unas tarifas establecidas que te permitan organizarte y evita fiar para saber con qué cuentas y no perder dinero.
Cuenta un poco más, gana un poco más
¿Cuál es la historia detrás de lo que haces? ¿Qué de esa historia crees que le interesaría conocer a la gente? Que tu fuente de ingresos adicionales no se quede solo en eso; en vender por vender y ampliar el cupo en tu billetera. Cuenta historias y crea contenido relacionado con lo que haces; enseña cómo usar tu producto o servicio, comparte experiencias y testimonios de quienes lo usan.
Busca llegar a la esencia y así conectar con un propósito con las necesidades y las dolencias de cada persona; entrega algo positivo para su día a día para que así generes recordación en ellos sin importar lo que sea que ofrezcas; puede ser: una clase, un pastel, una pintura, un paseo para las mascotas, entre muchas otras cosas.
Esta puede ser tal vez la parte más importante del proceso cuando estás buscando cuál va a ser tu fuente adicional de ingreso y lo que haga que triunfes y que tu proyecto salga adelante. Sé ingenioso, usa lo que sabes hacer y dale un toque. No tienes que ser pionero ni llegar de primeras, si lo haces bien vas a tener todas las de ganar, vas a disfrutar del proceso, y además, te va a traer un dinero extra.
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