El crédito de consumo hace referencia a un préstamo de corto o mediano plazo que permite consumir bienes o servicios según las necesidades del cliente. Gracias a su capacidad de libre inversión, cada día aumenta la popularidad de este tipo de crédito.
Así, lo afirma el último estudio realizado por Transunion en el que Colombia alcanzó una cifra de 5,5 millones de consumidores con saldo en créditos no revolventes, que incluyen créditos de libranza, créditos de vehículo, créditos de vivienda y créditos de libre inversión; incrementando al 5,7% con respecto al mismo período del 2016.
Este es el panorama mundial, pues en España los préstamos de consumo superaron al crédito hipotecario otorgado para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda, compra de sitios, oficinas o locales comerciales según el estudio de Bankia realizado en 2017; en el que el nuevo crédito al consumo sumó 42.412 millones de euros equivalente al 10,1% del total de la financiación concedida por la banca española con un crecimiento del 18,7% frente al 2016.
De esta manera, las personas se suman a la compra de créditos de consumo para diferentes usos, el más común son las compras de último momento en ocasiones como cumpleaños de familiares o deudas no resueltas.
A su vez, las personas pueden adquirir este tipo de préstamo para sus antojos durante el mes a mes dado que sus ingresos no son suficientes. Esta práctica es necesaria de vez en cuando para disfrutar experiencias, viajes o hobbies y se ve como una alternativa positiva en el sentido que el cliente la realice de manera esporádica evitando convertirla en un ciclo repetido.
Para optimizar los gastos de manera general es importante recortar en el mes a mes las cosas innecesarias que implican dinero como salidas a comer o alimentación diaria costosa, optando por cocinar en casa y programar los gastos extra de manera semanal, pensar en una fuente alterna de ingresos o un segundo trabajo también es posible para aumentar los ingresos o mitigar deudas ya adquiridas.
Cabe resaltar que, en algún momento de la vida, solicitar un préstamo es necesario. Por ende, existen la modalidad de créditos de banca tradicional y virtual con opción de pago a corto y mediano plazo.
Los créditos en línea son una opción vanguardista. En el caso de Lineru, son de acceso fácil y seguro. Para poder solicitarlo, basta con contar con domicilio en Colombia, ser mayor de edad, tener una cuenta de correo, un número de celular y de cuenta bancaria propios.
Tras ingresar a la plataforma y solicitar el valor, se diligencia la fecha de pago y en minutos se conoce si la solicitud es aprobada. Para continuar con futuros préstamos con mayor cupo, es importante ser responsable en la actividad de pagos.
En el caso de créditos de consumo en la banca tradicional varían los requisitos según la entidad con la que se solicite. Sin embargo, algunos de los requerimientos más comunes son una validación comercial y estudio del crédito, una garantía personal y demostrar ingresos a partir de un salario mínimo mensual.
Teniendo en cuenta que los créditos de consumo son utilizados para múltiples actividades y bienes, es válido resaltar que sí influye el tipo de consumidor segmentado por edades y prioridades.
En el caso de la generación de los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1960, se encontraron hallazgos de solicitar préstamos únicamente ante emergencias. Actualmente, estos adultos mayores se preocuparon por su educación y tuvieron presente la noción de ahorro para asegurar su futuro, por eso son reconocidos como una generación precavida.
Un estudio hecho por Insured Retirement Institute encontró que 24% de los Boomers en Estados Unidos están seguros que el dinero que tienen para el retiro es suficiente.
La generación X de 1960 a 1984 por su parte, cuentan con un mayor índice de educación, son arriesgados en modelos de negocio tradicionales y muestran mayor grado de ambición, sus préstamos se orientan hacia objetos por encima de experiencias.
La generación Y nacida entre 1984 y 1994 son una generación 100% digital, autodidacta y autónoma en el aprendizaje que acostumbra a realizar múltiples tareas a la vez.
Un sondeo reciente de 1.037 estadounidenses descubrió que menos de un tercio de los millennials contribuye a un fondo de pensión, mientras que otro estudio de Merrill Edge reveló que sí están ahorrando, pero no para su jubilación.
Esto concluye menor intención de ahorro respecto a las generaciones anteriores y viven al máximo el presente. Se inclinan por causas con un sentido social y sus préstamos se dirigen hacia compras personales, dado a que son un consumidor exigente que cuenta con variadas actividades por realizar.
Así, cada persona en sus diferentes etapas de vida requiere de créditos de consumo acorde a sus necesidades, estilos de vida y gustos. Por ello, Lineru, experta en créditos en línea está presente para realizar los préstamos de una manera ágil.