Las tasas de interés son tal vez uno de los temas más recurrentes en el mundo de las finanzas. Al hablar de tarjetas de crédito, préstamos, fondos de ahorro, inversiones, siempre van a estar presentes. Por esto, es importante que te familiarices con el tema, porque por el camino, te vas a encontrar con ellas muy seguido.
Si no sabes qué es una tasa de interés, haz clic aquí y te contamos más. Ahora hablemos de los tipos de tasas de interés que existen, cada una de ellas tiene un objetivo diferente, y saber elegir entre todas estas, puede hacer un cambio en la experiencia que tengas con los diferentes productos financieros que existen y que puedas tomar las mejores decisiones para tu bolsillo.
Tipos de tasas de interés
Existen varios tipos de intereses. Dependiendo de sus características, variables o situaciones, estos se aplican a diferentes productos financieros, si quieres aprender cómo calcular una tasa de interés, da clic aquí y mira cómo hacerlo. Si ya sabes hacerlo, te contamos cuáles son los tipos de intereses más comunes con los que seguro te vas a encontrar.
- Tasa pasiva o de captación. Es la que pagan las entidades financieras por el dinero que captan, es decir, que reciben de productos financieros como los CDTs y las cuentas de ahorros. Tú les entregas tu dinero, y ellas te reconocen un beneficio por dejar tu dinero guardado con ellos.
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Tasa activa o de colocación. Es la tasa que cobran las entidades financieras cuando les entregan dinero a las personas naturales o empresas a través de productos como los préstamos. Tú como usuario debes pagar un “arriendo” por usar el dinero y el prestamista recibe un beneficio, llamado interés, por prestarte un monto durante un tiempo específico.
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Interés nominal. Este es el tipo de interés más simple. Solo tiene en cuenta el capital inicial y lo que hace es calcular la rentabilidad que se obtiene al capitalizar un monto determinado mes a mes o en el periodo acordado. Se hace un acuerdo con el prestamista y debes sumar el interés al capital a la hora de devolver el dinero.
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Interés real. Su uso es más común en productos como inversiones y fondos bancarios. Este interés muestra las ganancias reales que se obtienen de la inversión en un tiempo determinado, teniendo en cuenta factores como la inflación.
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Interés efectivo. Este tipo de intereses incluyen la reinversión de los intereses, es decir que, los ingresos o el rendimiento que recibes por intereses, los puedes volver a invertir al capital inicial y en el siguiente periodo recibirás intereses sobre el nuevo valor.
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Interés variable. Son tasas de interés que se actualizan mensual o trimestralmente dependiendo de varios factores económicos. Suelen aplicarse a productos financieros que se pagan a largo plazo.
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Interés fijo. Este tipo de interés es el opuesto al interés variable, aquí el porcentaje se mantiene fijo a lo largo de todo el periodo que dure activo el producto financiero.
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Interés mixto. Este tipo de interés es la combinación de los dos anteriores, es más común que se aplique a préstamos hipotecarios. Su principal característica es ofrecer una tasa de interés fija durante los primeros años de vida del producto financiero, y luego una tasa de interés variable.
Los créditos y su tipo de interés
En la mayoría de los préstamos se maneja una tasa de interés efectiva, como ya lo mencionamos, esta se cobra periódicamente (mensual, anual, etc.) y el primer pago se calcula sobre el valor total del dinero prestado, dividiendo el pago en dos: una parte para abonar al capital y otra al interés. Para la siguiente cuota, no se calcula sobre el valor total nuevamente, sino sobre el total de capital, menos el aporte al interés del pago anterior.
Con esta tasa de interés, las entidades financieras recaudan en los primeros pagos su ganancia o rentabilidad, esto debido a que en las primeras cuotas es donde más elevada es la carga al interés y en las últimas, se paga el capital de la deuda.
Una tasa a tu medida
No se trata de memorizar cada uno de estos tipos de tasas de interés, a medida que vayas conociendo más productos financieros y adquiriendo más experiencia, vas a entender cada vez más del tema y esto te va a permitir tener un mejor control sobre tus finanzas.
Investiga, mira quién controla las tasas de interés, tómate el tiempo de comparar, saber cuáles son las ventajas y desventajas de cada una de ellas y así vas a saber desde el principio en qué te metes, evitando caer en tipos de financiación poco transparentes o con tasas de interés abusivas.